- Si cuando nos vamos a ir no estás nos vamos igual ¡eh!-le gritó su amiga, mientras se iban hacia la playa
- Da igual, seguramente estaré entretenida…- le dijo ella dándose la vuelta.
el al oírlo empezó a reír
En ese momento ella se agradeció a si misma haberse puesto ese vestido, esa noche antes de salir.
La arena estaba fría, después de haber estado las últimas horas sin darle el sol, pero sin embargo el aire a su alrededor estaba cargado, soplaba una brisas cálida, que casi lo agradecieron.
-¿Que vas a hacer el resto del verano?- pregunto él. –La verdad es que no lo sé, por ahora estar sentada en esta playa, ¿y tú?- dijo ella sonriéndole.
-Tampoco lo sé, no tengo planes mas allá de esta noche- le contestó el devolviéndole la sonrisa.
Comenzaron a besarse, y los primeros rayos del sol empezaron a salir, e iluminaron el mar convirtiéndolo otra vez en cristalino, mientras el océano mojaba la ropa que ambos se habían quitado…después de un rato, los dos sabían que iban a hacer el resto del verano: lo iban a pasar juntos. Al rato ella se percató, estaba viviendo un amor de verano.
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