Cuando se despertó no recordaba nada de la noche anterior, "demasiadas cervezas " dijo al ver mi cabeza al lado de la suya en la almohada, y me besó otra vez. Pero ya no era ayer, sino mañana. Y se fue sin decir "llámame un día" desde el balcón lo vi, meterse en el trajín de la Gran Vía.
Y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido.
1 comentario:
puedes dejar de entrar en mi cabeza?? te pasan las mismas cosas que a mi?? ajjajajajjaja xoxoxoxo
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